miércoles, noviembre 30, 2005
Intentos Fallidos
18 de abril de 1985.
Tras 20 años de matrimonio, a mi madre le fue enseñado que llenar el armario de rencores no iba a librarla de que un día mi padre abriera esa puerta y le cayeran todos en tropel, de golpe, el mismo día. Aquel preciso día mi padre desayunó, besó a mi madre en la frente y cruzó la puerta para no volver. A mí ni me miró.
Aquel año el cereal tardó siempre el doble del tiempo habitual en consumirse.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
:O
Ditto
Creo que todos sufrimos aquellas cosas, me parece inconcebible que aquellos episodios le ocurran sólo a algunas personas.
Pero no se si es rencor, dicen que cuando te hieren es como clavar un clavito en el alma, te piden perdón y lo quitas, sin embargo el hoyito queda ahi...no?, es inevitable.
Cuando te alcanzan, te conocen, y toman ese nucleo que todos llevamos dentro, como dice "hijo de ladrón", ese que se conmueve cuando se le toca y que suele matar cuando se le hiere.
Un beso empático.
Publicar un comentario