lunes, octubre 30, 2006

Intentos fallidos.

Se atan cuentas al rosario en que se convierte nuestra vida, hasta que deja de ser un rosario y se convierte en un quipú inca, en dónde las cuentas, los nudos, las marcas sobre el bastón se van acumulando, uno tras otro, en sucesión de eventos que nos marcan un camino de vivencias, de migajas de vida, el cual puede seguirse hasta el primero de los recuerdos, hasta el llanto detrás del sillón en la sala de los padres; o hasta el beso furtivo ya entrada la noche, cuando todos duermen en el cuarto atestado, beso que se negará rotundamente a la mañana siguiente.

Puede confeccionarse una cortina a base de quipús de historias, de vivencias, dónde las migajas-recuerdo pueden llevarnos de un salto de cuerda a otro, hasta aquella fogata solitaria, en donde aquella noche nos descubría más sólos de lo que jamás hemos vuelto a sentirnos, y disciplinadamente, con el metódico control del solitario necio (no hay mayor necio que el que se empeña en quedarse solo), fuimos dando cuenta de aquella botella de vodka, apenas cerrando los ojos después de cada trago, para al final, triunfalmente, lanzar la botella mucho más allá de la otra ribera del río que arrastraba de madrugada los sonidos torpes del campamento que amenecía.

Confeccionar esa cortina, sucesión de recuerdos, una tras otras, cubriendo el umbral. Terminarla para después de un rato de admirar el mosaico de historias suspendidas en el aire, entramadas en ese cordón necio que impide que se esparsan, apartarlas suavemente con el dorso de la mano, e inclinándose un poco entrar de lleno al olvido.

miércoles, octubre 25, 2006

Aviso Oportuno

El Boiler canta. (Suena como a sección cultural de J.J. Arreola).

El viernes 27 de octubre de 2006.

Inicia entre 9.30 y 10.30 de la noche. (Según el rollo que traigan el Lobo y Arturo Villalobos).

En el CIELA. (Ignacio Allende 238, Centro, Aguascalientes).

Como parte del programa oculto del segundo aniversario de tan ilustre centro. (No soy considerado lo suficentemente institucional para aparecer en el programa. Además sospecho que soy tan informal que estan seguros que no me presentaré)

Repertorio por definir, pero dosis aceptables de Serrano, Rice y otras menudencias (vgr. canciones propias) estarán incluidas. Posibles duetos no se descartan.

Pero sí. El Boiler canta esa noche. Groupies del mundo (propias y ajenas) considerense convocadas. (Ah, que triste es hablarle - y cantarle - al vacío).

jueves, octubre 19, 2006

Trozos de historia, oidos al pasar.

Nunca dio por cierto el rumor que en el barrio, entre tazas y copas, de esquina a esquina, de abrazo a beso, iba adquiriendo forma de certeza. Amar es construir la verdad que a nosotros más convenga, y despreciar biografías que difieran de ese, nuestro empeño. Se entregaba gozoso a una mentira que no había que repetir a nadie más que al anhelante rostro en el espejo.

martes, octubre 17, 2006

La plagioteca


247.

La vida práctica siempre me pareció el menos cómodo de los suicidios. Actuar fue siempre para mí la condena violenta del sueño injustamente condenado. Tener influencia sobre el mundo exterior, alterar cosas, transponer entes, influir en la gente – todo esto me pareció siempre de una sustancia más nebulosa que la de mis devaneos. La futilidad inmanente de todas las formas de la acción fue, desde mi infancia, una de las medidas más queridas de mi desapego hasta de mí.

Actuar es reaccionar contra uno mismo. Influir es salir de casa.

Siempre medité lo absurdo que era, allí donde la realidad sustancial es una serie de sensaciones, el hecho de que hubiese cosas tan complicadamente simples como negocios, industrias, relaciones sociales y familiares, tan desoladoramente incomprensibles ante la actitud interior del alma en relación a la idea de la verdad.

Bernardo Soares (Ht. Fernando Pessoa), Libro del desasosiego.
Traducción de Santiago Kovadloff.

lunes, octubre 16, 2006

Pues sí...

Esperé exactamente un mes. En la medida en que esa “medida” compuesta por treinta días puedan considerarse “exactamente un mes”. No sé a ciencia cierta lo que esperaba, algo como una epifanía, el decantarse del hecho, revestirlo de significado, vaya el mundo a saber. Lo cierto es que la alegría queda, certera, profunda, pero no me siento distinto. Eso es un alivio, a qué no decirlo. No hay manto ni aura con la cual revestirnos. Tan sólo una sensación cercana al largo final que deja un buen vino en la boca, una vez bebido. Por encima de todo, la grata sensación de cerrar un capítulo. Allá en el fondo, emergiendo lentamente, cambiando el rostro por un instante antes de dormir, llenando mi expresión en el instante en que despierto, la creciente carga de responsabilidad (por llamarlo de algún modo) que representa. La palabra está llamando, habrá que responderle de algún modo.

Pues sí, El Boiler fue elegido Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos (ver noticia aquí), y con esto salva una serie de barreras coloquiales (nadie es profeta en su tierra, joven promesa que no promete, etc.) que lo dejan frente al único problema real que le preocupa: ¿qué sigue a partir de aquí?

De todo el aspecto formal que un evento así reviste, con lo que me quedo es con una ceremonia de entrega que, delicadezas políticas aparte, fue para mí entrañable. Todo aquél que recibe cualquier premio no puede pedir más que hacerlo rodeado de amigos. Incluso algunas ausencias se arreglaron para estar ahí sin estarlo.

Y dado que no hubo oportunidad de leer el texto que preparé para el evento, aprovecho este espacio (que entre otras muchas cosas para esto sirve, según me dicen varios maestros) para compartirlo.

Confío en que los amigos que aún me leen, serán los mejores guardianes y los solicitados torturadores para obligarme a seguir escribiendo y para pedir a esos tantos dioses que lo haga, al menos, decentemente bien.

Alicia

El Centro es el lienzo ideal para trazar historias que definitivamente ocurrieron, aunque así haya sido sólo para nosotros.

Mi profesión, nada literaria, me ha dado la oportunidad directa o indirectamente de conocer cerca de un centenar de ciudades. La pregunta obligada apenas llegar a ellos e instalarme cómoda o incómodamente en el hotel, es y será siempre: ¿cómo se llega al Centro? Pero al Centro de la ciudad en el más puro sentido anglosajon: La dicotomía tan marcada entre el Downtown y el Uptown. El sitio en dónde todo parece ocurrir, en donde todo o casi todo puede conseguir, versus los lugares en dónde las familias se retiran para lidiar con lo cotidiano, lo hogareño, el reposo y la convivencia.

A los 21 años había ya bosquejado los elementos que más o menos componen mi vida actual: una profesión de alta exigencia, niveles elevados de stress, la competencia eterna por dejarse a uno mismo detrás, llegar a la meta en el instante justo en el que olvidamos por qué diablos estábamos corriendo; los libros, siempre los libros, música a todas horas, aparecer precisamente en dónde nadie se lo espera, dejar de asistir a aquellos eventos en los que soy más esperado. Juegos tontos, pero al fin y al cabo juegos; lo femenino como presencia eterna, ominosa, necesaria; todo esto en dosis continua, y si las molestias persisten jamás consultar al médico. Con todos elementos, había ya material para poder acometer la empresa de escribir.

Alicia inicia como un proyecto de relatos, de cuentos en el sentido académico del concepto, que compartiendo un personaje y un escenario común brindarían una unidad temática. Las historias de Lewis Carroll como referencia, el Centro de esta Ciudad (o de cualquier ciudad) como pretexto narrativo, lo que en él ocurre o lo que estuviera por ocurrir. La trilogía constante en nuestros días: casa, trabajo, ciudad, se traduce en muchos de nosotros prácticamente como una división de la personalidad, en dónde los dos primeros escenarios contienen a nuestras personalidades sujetas a un orden, y el último de ellos, la ciudad, se plantea como el espacio destinado a una fugaz y dosificada libertad. Poco tiempo bastó para darme cuenta que ni el cuento ni la novela eran el medio que me permitirían abordar un tema que línea a línea se me iba escapando de las manos. De ahí surgió la idea de las estampas. Fragmentos de historia que a, la manera de un vitral, dieran al lector la sensación de aprehender o intuir fragmentos de un paisaje que, de tan amplio y variado, no puede abarcarse en un solo golpe de vista.

El libro toma su forma actual ante la incomodad que producía la sensación de estar dejando del lado un elemento que para mí parecía fundamental: lo lúdico y lo estructural. Tenía, sí, un conjunto de relatos, pero no tenía un libro. La idea del mazo de cartas se volvió entonces imperativa. De un grupo de 30 relatos que sirvieron para cumplir el requisito que una beca imponía, se descartaron más de 20. Las 52 cartas que ahora integran el mazo son las sobrevivientes de un grupo mucho mayor de relatos que fueron escritos para este proyecto. Estoy seguro de que no quedaron solamente las mejores, pero sé que fueron las que mejor funcionaban, las que garantizaban el funcionamiento del mecanismo que tenía en mente.

El libro como un grupo múltiple de relatos, que pudiera leerse en unidad de principio a fin, abarcando ideas separadas en cada uno de sus palos (tréboles, diamantes, espadas, corazones) tratando de mantener un tono distinto para cada uno de ellos. Todo esto sin descuidar lo fundamental en el objeto que se pretendía replicar: la capacidad múltiple pero finita de posibles y distintas jugadas: los pokars o cuartetos, por ejemplo, pequeños módulos narrativos que incluyeran en todos sus casos los cuatro elementos claves del libro: la idea del pecado, la pesada presencia de los templos de esta ciudad, el sádico correr de las horas, con esas campanadas tan de nuestra provincia en el que el día parece irse muriendo a golpes de badajo, y el imaginado proceso de creación del Centro por un ente extraño al que podemos llamar Dios. De esta manera con el resto de las jugadas posibles. Todo esto a través de cinco voces narradoras: Alicia, evidentemente, El Gato, El Sombrerero y El Conejo, cada cual con su manera particular de ver ese territorio, ese tablero en el que les toca moverse, más un narrador que observa todo de manera distante y casi en retrospectiva.

Creo haber llegado esta tarde a un resultado que me concede una felicidad basada en tres logros: que fui por un momento capaz de dar fin a un libro en el sentido completo de la palabra, que se puede ser profeta en tierra propia, y que para aquellos que no gozamos con la gracia de ser poetas, queda la esperanza de poder ser, en efecto, narrador, y no sólo cuentista o novelista.

miércoles, octubre 04, 2006

Pocitos' Sonidero

Meme, chismógrafo, bastón, cada quien lo nombra de aquella forma que mas le venga. El hecho es que no soy un gran fanático de estos "ejercicios" pero al recibir éste no pude menos que empezar a darle vueltas y vueltas a las etiquetas de la musiteca mental que voy acumulando en el fondo del cerebro. El reto consiste en en contestar las 12 preguntas personales que se plantean, utilizando títulos de canciones de un sólo grupo o cantante de nuestra preferencia. Como Aldan y Arlette se pusieron bastante sajones, yo voy por el español y me arranco desde Cuba, con Carlitos Varela.

Misión cumplida, Master Jedi. Ahora déjeme trabajar.

P.D. Tened paciencia. El yousendit está hiperlento. Prometo subir todos los enlaces poco a poco en lo que resta del día (o la semana).

1.¿Eres hombre o mujer?

Cada vez me parezco más a mi caricatura
soy un gnomo y salgo a buscar quien necesita ayuda

Soy un gnomo

2.Descríbete

Así me voy descubriendo
cruzo la calle corriendo
me pierdo entre tanta gente
queriendo fantasear
y lo cotidianome hace soñar.

Apenas abro los ojos (mp3)

3.¿Qué sienten las personas cerca de ti?

Hace mucho tiempo que se dicen cosas
y aún se sigue hablando de mí,
yo sé que es el precio de cuidar la rosa,
yo sé que es el precio de quedarme aquí.

Solo tú puedes traer el sol (mp3)

4.¿Cómo te sientes?

Detrás de todos estos años
detrás del miedo y el dolor
vivimos añorando algo
y descubrimos con desilusión
que no sirvió de nada, de nada
"o casi nada
que no es lo mismo
pero es igual".

Foto de familia (mp3)

5.¿Cómo describiría su anterior relación sentimental?

Pero sé, pero sé
que algo pasa cuando faltan las palabras.
Y ella fue, y ella fue
cuatro lunas más adentro de mi alma.

Cuatro lunas (mp3)

6.Describe tu actual relación con tu novio/a o pretendiente

Nada es más grande que tu amor deshojado,
nada es igual que cuando estoy a tu lado,
a pesar de la gente, a pesar del dolor,
nada es más grande que tu amor.

Tarde Gris (mp3)

7.¿Dónde quisieras estar ahora?

Más allá del Yin,
más allá del Yang,
más allá del fin,
poco más allá.
Más allá de ser o no ser,
más allá de estar o no estar,
más allá de ver,
poco más allá.

Mas allá (mp3)

8.¿Cómo eres respecto al amor?

Un nuevo día va a empezar,
me besas y aparece el Sol,
la gente sale a trabajar,
mientras hacemos el amor.

Sombras en la pared (mp3)

9.¿Cómo es tu vida?

En vano fue soltar las riendas
y no saber como parar.
En vano fue vivir en vano
solo en la colina de los tontos
viendo pasar el mundo
en silencio.
Mirando como caen las hojas
tratando de encontrar a Dios,
lo que hoy es luz, mañana es sombra,
lo que fue lluvia será sol

Será Sol (mp3)

10.¿Qué pedirías si tuvieras sólo un deseo?

Tengo un sombrero, un par de botas, mi amor y mi guitarra,
ella me mira fijamente y no quiero dormir,
yo sé que no son grandes cosas, pero son mis sueños
esos pequeños sueños que también
me ayudan a vivir.

Pequeños sueños (mp3)

11. Escribe una cita o frase famosa

Tristán Tzara jugaba ajedrez con Lenin
en la misma calle que nació Dadá
a veces presiento que fui una pieza
y que aquel tablero era mi ciudad.

Jaque Mate 1916

12. Ahora despídete

Tiro tres monedas al aire
y le pregunto al I Ching
como será el fin.
Y aunque ya no pueda salvarte
ven y agárrate de mí,
de mí.
Tal vez, tal vez un milagro baje
hasta aquí.

Monedas al aire (mp3)


Y como todo buen juego de este estilo me corresponde aventar el bulto a quien considere hará esto más interesante, o por lo menos, para no ser el único que padezca tal misión.

A Antonella, pues aunque nunca contesté el que ella me envío, ella sabe que no soy culpable y que me encantaría saber que descargos usa para contestar esto.

A Aldán, con el contra-reto con que el que él siempre me martiriza: Hazlo desde México.

A Justes, pues estoy cierto de que presenciaré una catedra sobre un bueno grupo setentero.

A Ramona, sólo por ver que ocurre.

P.M. tiene un blog al que nunca puedo entrar y J.G., si bien pude volverlo un devoto de Pandora, aún no se cree mucho de esta onda de la blogosfera. Igual mando la botella, el mensaje y la inquietud sobre lo que pudieran aportar.