martes, octubre 17, 2006

La plagioteca


247.

La vida práctica siempre me pareció el menos cómodo de los suicidios. Actuar fue siempre para mí la condena violenta del sueño injustamente condenado. Tener influencia sobre el mundo exterior, alterar cosas, transponer entes, influir en la gente – todo esto me pareció siempre de una sustancia más nebulosa que la de mis devaneos. La futilidad inmanente de todas las formas de la acción fue, desde mi infancia, una de las medidas más queridas de mi desapego hasta de mí.

Actuar es reaccionar contra uno mismo. Influir es salir de casa.

Siempre medité lo absurdo que era, allí donde la realidad sustancial es una serie de sensaciones, el hecho de que hubiese cosas tan complicadamente simples como negocios, industrias, relaciones sociales y familiares, tan desoladoramente incomprensibles ante la actitud interior del alma en relación a la idea de la verdad.

Bernardo Soares (Ht. Fernando Pessoa), Libro del desasosiego.
Traducción de Santiago Kovadloff.

1 comentario:

edilberto aldan dijo...

japi berdei tu yu
japi berdei tu yu
jaaaaaaaaaaapi berdei dir Boiler
japi berdei tu yu

que la vida le conceda siempre lo mejor, porque se lo merece

abrazo y beso viril