Comprendió de golpe (de un tiempo a la fecha toda comprensión implicaba un golpe) la cantidad inmensa de energía que su nueva condición le dejaba libre para emprender otros empeños.
Descartar la incertidumbre, el divagar imaginativo de un cuerpo a otro, el deambular por la maraña de posibilidades.
Se había terminado. ¡Cuánto campo disponible para la literatura, para vaciar esas imágenes en vidas libres de riesgo, en acciones y decisiones sin repercusiones, guiadas a su antojo por el trayecto de sus dedos sobre el teclado! ¡Que gran oportunidad para ser Dios!
miércoles, febrero 22, 2006
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4 comentarios:
para ser como dios, corrigo.
Oye, y cuando seas Dios, ¿tendremos que hacer cita previa para hablar contigo?
Un abrazo
R
ser Dios?
vaya ambicion
este escrito tiene mucha influencia de Unamuno
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