jueves, febrero 16, 2006

Retazos

Control de daños

Mi auto es un desastre: La pintura cediendo poco a poco, las luces que se encienden cuando no deben, frenos nuevos que dan la impresión de no serlo, retrovisores que deben ser instalados, limpiezas que deben ser efectuadas, afinaciones postergadas.

Mi casa es un desastre: Cercas pendientes, jardines que exigen cuidados, reparaciones menores que enfrentan torpezas mayores, mis libros en el suelo, no hay sitio para escribir, un querido y pequeño monstruo que llena la casa de polvo y sangre, el recuerdo de un amigo que no vuelve atacando desde rincones de los que aún no me apropio.

El trabajo es un desastre: Papeles en babélicos empeños, correos, más correos, un cúmulo de expectativas, dosis diarias de pequeñas decepciones, aplazamientos, más aplazamientos, el mundo en puerta y ausencias que se ciernen.

La amistad es un desastre: Correos que no se envían, citas que no se concretan, “memes” que no se contestan, compromisos que no se cumplen, frases que no se dicen, ausencias que se repiten, llamadas que no se hacen, reuniones que no hallan fecha.

Mi cuerpo es un desastre: 4 kilos de más. El inventario de prendas disponibles disminuyendo. Necesidad urgente de ejercicio. Exceso de sueño, déficit de cafeína. Incipiente metrosexualidad dejada en el pasado, sin saber si es bueno o malo. Desempeño: patético.

Afuera, la gente tiene problemas verdaderos: sorprendo llorando al portero, de 55 años, por que su madre ha muerto; el amigo tiene a su madre enferma; el tráfico matutino me regaló la certeza de que una de tantas madres modernas hará cambios a la agenda del día de hoy para pasar largas horas en un hospital en espera de noticias acerca de su hijo.
Tengo la música y cada vez mejores lecturas. Tengo a Hélène y esa sonrisa que me pierde. Tengo, de nuevo, pretextos para escribir. Por algún lado se ha de comenzar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ánimo, amigo, aún que no nos veamos y aplacemos las reuniones, seguimos, sin dudarlo, estando aquí.

Anónimo dijo...

Estimado: dato mùsical. Timbuk 3 tiene una maravillosa canción para estos momentos: "My future is so brilliant I have to wear shades". Sonaba en una capítulo de la infame "Beberly Hills, no recuerdo el numero". búscala y animate.

Anónimo dijo...

No sé si en tus renovadas lecturas tengas espacio para JEP, me prestó Aldán 'La sangre de medusa', brillante.

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